He hecho una excursión fantastica con el barco "Fondo Cristal" por la Costa Brava hasta la Cala Giverola.
He visto cuevas y grutas antes también, por eso el fascinante no son ellas, sino el agua increiblemente clara.
Que más alejamos de Barcelona, más limpia es el agua.
El mundo al fondo del mar me ha recordado otra vez a mi idea de "las burbujas". Pienso, que probablemente hay otras dimensiones con diferentes elementos para otros seres.
Cuando veo el mundo perfecto dentro del mar, con sus paisajes rocados, con su vegetacion y población zoologica, tambien con las aves, que viven en ambos mundos buceando o en dentro del agua o en el aire - y cuando recuerdo, que la superficie del agua, visto de abajo, es como un cielo para los seres endentro, - llego a la conclusión, que nuestros mundos son diverses burbujas tras cuyo cielo empieza otro mundo.
El barco me ha dejado a la Cala Giverola, donde he tratado disfrutar de la playa. Pero los nubes grises han empezado "perder" su agua y por eso he huido a unl restaurante antes que el barco siguiente me haya llevado a la vuelta. Frio. He dudado si fuera una buena idea quedar el sábado así. Pues nada. Mi billete de vuelta me ha obligado esperar hasta las 18.55.
He tomado una infusión y pimientos rellenados con bacalao - apropósito han estado mejores que en Pineta de Mar, donde había sabido al aceite rancio. Despues de haberme quemado la lengua, he andado por los calles del barrio antiguo y he visto una boda en la parroquia. Por fin el sol ha apericido y he llegado a la playa para calentar mi cuerpo en la harena calurosa. He tenido tanto frío, que no he nadado nada.
He visto el matrimonio de nuevo cuando ha llegado a un barco acompañado por un escotés tocando la gaita y dos o tres fotógrafos.
Finalmente el día ha pasado bien. He ido a la estación de autobuses por la parroquia.
Allí he encendido una vela por el amor.